dilluns, 4 de gener del 2010

EL COMIENZO DE LA IMAGINACIÓN

Pasaban 7 minutos de la medianoche. El perro estaba tumbado en la hierba, en medio del jardín de la casa de la señora Shears.
Lo veía desde la ventana de mi habitación acabada de pintar. He dicho "el perro" porque es muy especial para mi. Me llamo Johnny, tengo 16 años y me encantan los perros. Siempre quise tener uno, pero mi madre siempre quería gatos y más gatos. Y cómo ella mandaba en casa, pues teníamos gatitos. Los mios se llaman Honey y Idriss.


Salí a fuera a acariciarlo. Se llamaba Sírius y era un Rottwailer. Hacia las otras personas era muy agresivo, pero conmigo y la señora Shears era un encanto. Pero esa noche algo pasaba... la mirada de Sírius era como el más puro veneno.


Me miró fijamente duarnte un buen rato, y todos mis miedos aparecieron en carne y hueso. Mi difunta madre, payasos, la niña del exorcista, Frankenstein...
De repente, el perro aulló, dejando un olor a sangre esparcida por el aire, y con otro aullido de dolor, desapareció.


Aún ahora que ya han pasado varios meses no comprendo que pasó aquella noche. A mi me parece que Sírius fue un hombre atormentado en su vida anterior, y que por alguna razón volvió a la vida en forma de perro. Pero sólo es mi opinión, y casi no me la creo ni yo.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada